Toma la uva con piel, ya que posee mucha fibra dietética y beneficiará tu sistema digestivo. Puedes hacerlo sin riesgo alguno, ya que al ser ecológicas, no han sido tratadas con pesticidas ni fertilizantes químicos.
Las variedades de uva oscuras contienen muchas vitaminas, principalmente vitaminas C, B, E, K.
Su combinación de carbohidratos con vitaminas del grupo B mejora el estado de ánimo y alivia el cansancio.
También son ricas en minerales: selenio, magnesio, cobre, fósforo, potasio, boro, zinc, calcio y yodo, así que modera el consumo si padeces algún trastorno de la tiroides.
Lo más valioso de esta fruta es su contenido en probióticos, prebióticos, fitoesteroles, carotenoides y polifenoles y, dentro de estos últimos, las antocianinas, los flavonoides, que tienen propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y anticancerígenas. De hecho la uva roja es uno de los alimentos de mayor poder antioxidante ante el estrés oxidativo sobre todo por su contenido en el potente y beneficioso resveratrol.
El resveratrol es un polifenol, concretamente un flavonoide, una molécula antioxidante que producen las hojas y el fruto de la vid para defenderse contra agentes externos, como la radiación ultravioleta del sol o el ataque de hongos y bacterias.
En el organismo actúa como antioxidante, antiinflamatorio y anticancerígeno, y relaja y dilata las arterias, así que equilibra la hipertensión, protege tu salud cardiovascular en general, y ayuda a prevenir los tumores y las enfermedades neurodegenerativas.
Si deseas llevar una dieta para controlar tu peso, modera su consumo, pues su contenido energético ronda las 80 calorías por ración de 100 g, que se deben casi totalmente a su 20% de carbohidratos hidratos de rápida asimilación.
Su índice glucémico es medio.