El pomelo (Citrus × paradisi), también conocido como toronja, es un híbrido natural entre el pomelo asiático (Citrus maxima) y la naranja dulce (Citrus sinensis). Es una fruta cítrica de gran tamaño. Tiene una textura jugosa y refrescante y un equilibrado sabor entre dulce y amargo.
Las variedades más amargas son generalmente de color amarillo. Las más dulces son el pomelo rosado o el pomelo rojo. Nacieron en el siglo XIX como resultado de las investigaciones de los productores de Estados Unidos, (Florida y Texas) que buscaban variedades más dulces y atractivas, más populares en el mercado.
Su color rojo se debe a la presencia de licopeno, un potente antioxidante que también se encuentra en tomates y sandías. El licopeno ha sido relacionado con la prevención de ciertos tipos de cáncer y con la protección del corazón.
Su piel gruesa y rugosa protege una pulpa jugosa y refrescante, dividida en segmentos separados por membranas, similar a la de otros cítricos como la naranja o el limón.
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El pomelo es ideal para comer fresco debido a su jugosidad. Puedes endulzarlo con un poco de panela o miel para equilibrar su amargor.
Prueba a añadir gajos de pomelo a una ensalada verde. Le dará un toque exótico. El pomelo combina muy bien con ingredientes como aguacate, rúcula, frutos secos y otros cítricos.
Su jugo es refrescante y puede ser genial para empezar el día a tope. Úsalo en batidos junto con otras frutas para equilibrar su acidez y disfrutar de un desayuno nutritivo.
El pomelo también se puede usar para hacer mermeladas caseras, salsas para postres o en una salsa cítrica para aderezar platos de mariscos o aves.
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El pomelo rojo está cargado de vitamina C para reforzar tu sistema inmunológico y vitamina A para una mejorar tu visión y tu piel. Su potasio es genial para mantener tu corazón en buen estado, y sus antioxidantes flavonoides y licopeno que ayudan a combatir el envejecimiento y a prevenir ciertos tipos de cáncer. Disfrutarlo es como darle a tu cuerpo una recarga revitalizante.
Es una fruta baja en calorías. Además, la fibra presente en el pomelo ayuda a prevenir y aliviar el estreñimiento.
Consumir pomelo junto con alimentos ricos en hierro mejora la absorción de este mineral, acelerando la recuperación en casos de anemia ferropénica.
Se ha demostrado que el pomelo, especialmente el pomelo rojo, puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL ("malo") y mejorar los niveles de colesterol HDL ("bueno") en la sangre.
El pomelo puede interferir con la absorción de ciertos medicamentos, como los que se usan para reducir el colesterol (estatinas) o los que regulan la presión arterial. Esto se debe a compuestos del pomelo que inhiben la acción de una enzima (CYP3A4) que descompone estos fármacos en el cuerpo. Si estás tomando medicamentos, consulta con tu médico antes de consumir grandes cantidades de pomelo.
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