Tiene forma ovalada o redondeada. Presenta ojos profundos muy marcados en su piel que pueden afear su aspecto, pero eso no tiene ninguna relación con la calidad de su interior.
Lo más característico es su piel roja, pero su carne es blanca, un poco harinosa y muy sabrosa: tiene un sabor suave y ligeramente dulce.
Nuestras patatas ecológicas están libres de químicos. Esto es importante porque algunos pesticidas son sistémicos, se filtran por las hojas y se almacenan en los tubérculos, por lo que no podemos eliminarlos lavando o pelando las patatas.
Nuestras patatas ecológicas tampoco se han rociado con germinicidas para evitar que desarrollen brotes.
Estas son dos buenas razones para consumir patatas ecológicas.
Por este motivo no las encontrarás disponibles entre febrero y junio. Durante el invierno, las patatas suelen mantenerse en un estado de reposo debido a las bajas temperaturas. Sin embargo, a medida que las temperaturas comienzan a subir a partir de febrero, la patata percibe que es el momento adecuado para germinar y comenzar su ciclo de crecimiento, así qeu empiezan a aparecer los brotes.
Cuando las patatas germinan, comienzan a usar sus reservas de nutrientes, como los almidones, lo que puede hacer que se vuelvan más blandas y su sabor sea menos agradable. Por eso no las encontrarás disponibles hasta la próxima cosecha.
No deseches el agua de cocción de las patatas. Los minerales disueltos en ella fortalecen las plantas, siempre que no les hayas añadido sal.
Su almidón se puede utilizar para pulir el fregadero ya que es un disolvente de grasa natural. Si la viertes caliente te ayudará a evitar obstrucciones en los desagües.
La patata es una gran fuente de energía pero las calorías que aporta dependerán del modo en que las prepares. Las patatas que han absorbido la grasa de la fritura puede suponer una ingesta de más de 400 Kcal, frente las 80 de unas patatas asadas o hervidas.
Cómelas con piel. Como son ecológica, puedes hacerlo con total tranquilidad. La piel aporta un sabor terroso rústico y muy agradable al sabor de las patatas.
Si las haces asadas la piel que les proporcionará además de sabor, una textura crujiente.
Si las cueces en agua, la piel actuará como barrera y reducirá la pérdida de nutrientes (potasio y vitaminas C y B).
Es interesante consumir la piel porque en ella se encuentra la mayor parte de la fibra de la patata. Tu salud digestiva te lo agradecerá.
Explora nuevas recetas, deleita tu paladar y nutre tu cuerpo con la Patata roja ecológica. Será la estrella de unos platos deliciosos, nutritivos y sencillos, en los que el disfrute y el bienestar van de la mano.