Esta variedad tardía de melocotón amarillo, se cultiva con esmero en un área del Bajo Aragón, que abarca 45 municipios de las provincias de Teruel y Zaragoza.
Su aspecto es irresistible: son grandes, de atractivo color dorado, amarillo anaranjado por dentro y por fuera. La piel es fina y aterciopelada. Su pulpa firme, jugosa y carnosa, resulta deliciosamente dulce y muy aromática. Muy pocos se resisten a pasar junto a una caja de estos deliciosos melocotones sin caer en la tentación de llevarse uno a la nariz para disfrutar de su intenso aroma a campo y a sol.
El secreto de su calidad reside en el embolsado de los melocotones mientras están en el árbol, en los meses de verano (entre junio y agosto). Protegidos en sus bolsas quedan a salvo de las plagas durante al menos nueve semanas, hasta que, ya maduros, se recolectan manualmente.
Solo están disponibles en los meses de septiembre y octubre.
Aprovecha la temporada en la que los melocotones están en su punto y exprime todos los beneficios de esta vitamínica fruta en multitud de recetas.
Descubre la diferencia que aporta la calidad ecológica y disfruta de la auténtica esencia de este regalo del final del verano, un melocotón de Calanda con Denominación de Origen, con un sabor y un aroma verdaderamente únicos.
¡Ojo, son adictivos! Si los pruebas estarás deseando que llegue septiembre del próximo año para volver a disfrutar del placer de comerlos.
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Aunque simplemente a mordiscos es delicioso, pruébalo también en recetas de ensaladas, o en platos asiáticos, donde puede sustituir perfectamente al mango.
Su sabor combina genial con el queso, el yogur, el chocolate, la miel, las almendras, el vino o cualquier blanco espumoso.
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La combinación de nutrientes que se concentran en la pulpa y la piel otorga a esta fruta valiosas propiedades.
Son digestivos, ligeramente laxantes (por su fibra soluble) y diuréticos (por su potasio).
Proporcionan las tres vitaminas antioxidantes que contribuyen a retrasar el envejecimiento: un único fruto de unos 200 gramos aporta el 15% de la A que se requiere al día, el 33% de la vitamina C y el 10% de la E. La presencia de vitaminas del grupo B hace que sea un buen calmante del sistema nervioso.
Además de potasio, aporta otros minerales como fósforo, magnesio y hierro.
Contiene mucha agua y nada de grasa, de ahí su bajo valor calórico, que aporta entre 35 y 45 calorías por cada 100 g.
Los azúcares, responsables de su magnífico sabor, un 9% son su principal nutriente.
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