Estas diminutas semillas ovaladas de color marrón son las semillas maduras de la planta Linum usitatissimum.
Las hay marrones y doradas. La principal diferencia entre ellas es el color y la composición de nutrientes. Aunque ambas variedades son nutritivas, las semillas de lino dorado suelen tener un sabor más suave y menos terroso que las marrones, y una ligera diferencia en el contenido de ácidos grasos. Sin embargo, en términos de beneficios para la salud, ambas son muy similares.
Tienen un aroma suave y a nuez, que se intensifica ligeramente cuando las semillas son molidas o cocinadas.
En crudo, son duras y crujientes. Al masticarlas, pueden liberar un gel suave y pegajoso debido a su contenido de mucílago, una fibra soluble.
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En crudo, te recomendamos consumirlas molidas para facilitar la absorción de nutrientes, ya que el cuerpo no puede digerir completamente las semillas enteras, que están recubiertas de una cutícula muy resistente que no se descompone con facilidad en el tracto digestivo. Puedes espolvorearlas sobre ensaladas, yogures, batidos, o mezclarlas en la avena o en los cereales de tu desayuno.
Puedes remojar las semillas enteras en agua durante unas horas para ablandar la capa exgterna y facilitar su digestión. Así se vuelven más suaves y gelatinosas. Esta textura gelatinosa resulta especialmente útil como sustituto del huevo en recetas veganas.
Para hacer un sustituto de huevo, mezcla una cucharada de semillas de lino molidas con tres cucharadas de agua y deja reposar la mezcla durante 10 minutos hasta que se vuelva gelatinosa.
Las semillas de lino son excelentes para hornear. Puedes añadirlas a panes, galletas, muffins…
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Estas pequeñas semillas son una fuente extraordinaria de ácidos grasos poliinsaturados omega-3, particularmente de ácido alfa-linolénico (ALA), que representa aproximadamente el 75% de su contenido en grasas. Su alto contenido en omega-3 ayuda a reducir la inflamación y a mejorar la salud del corazón.
Además, son ricas en fibra fibra soluble e insoluble, así que son muy útiles para regular el tránsito intestinal, para prevenir el estreñimiento y mejorar la digestión.
Los lignanos presentes en las semillas de lino tienen propiedades antioxidantes y también actúan como fitoestrógenos, ayudando a equilibrar las hormonas, especialmente en mujeres durante la menopausia.
Además, contienen vitamina E, vitaminas del grupo B (como la B1 y B6), y minerales como magnesio, fósforo y manganeso.
Aunque las semillas de lino tienen muchos beneficios, un consumo excesivo podría causar molestias digestivas debido a su alto contenido de fibra.
Si tomas anticoagulantes no incluyas grandes cantidades de lino en tu dieta, ya que los omega-3 pueden inhibir la agregación plaquetaria, un proceso que es crucial en la formación de coágulos sanguíneos.
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