El kiwi Hayward es la varieddad de kiwi más común a nivel mundial, es un diamante (o en este caso, podríamos decir una esmeralda) en el mundo de las frutas. Con su textura firme y fibrosa, y su jugosidad inigualable, este kiwi se ha ganado un lugar especial en las cocinas de todo el mundo.
Bajo su piel marrón y peluda, encontrarás una pulpa verde brillante repleta de pequeñas semillas negras comestibles. El sabor del kiwi Hayward es una mezcla deliciosa e igualada de dulzor y acidez, ideal para refrescarse a cualquier hora.
El kiwi Hayward se distingue de otras variedades como el kiwi amarillo (Zespri Gold) y el kiwi baby (kiwiño). Es más firme y fibroso que el kiwi amarillo, que es más suave, y más grande y jugoso que el kiwi baby, que tiene una piel más delgada y comestible. En términos de sabor, el kiwi Hayward es muy equilibrado, siendo más ácido que el kiwi amarillo, menos dulce que el zespri y más que el kiwi baby.
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Es perfecto para comer fresco, úsalo también en ensaladas de frutas y batidos, en tartas y parfaits. Puedes usarlo en platos salados como ensaladas de pollo o mariscos, a las que dará un sabor refrescante y original.
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Es una fuente impresionante de nutrientes esenciales. Es de las frutas que más cantidad contiene de vitamina C, un potente antioxidante que fortalece tu sistema inmunológico y mejora la salud de tu piel. También es rico en vitamina K, crucial para la coagulación sanguínea y la salud ósea, y vitamina E, otro antioxidante importante.
Además, el kiwi también es una de las frutas con mayor fibra dietética, que promueve la salud digestiva, y potasio, esencial para la función muscular y la regulación de los líquidos corporales.
El ácido fólico (vitamina B9) del kiwi apoya la formación de ADN y otras funciones genéticas esenciales, mientras que el calcio y el hierro contribuyen a la salud ósea y la producción de hemoglobina.
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