HARINA QUINOA ECO

La harina de quinoa se obtiene al moler las semillas de quinoa, un pseudocereal originario de los Andes. Esta quinoa se ha cultivado en  los Andes bolivianos y provienen de Comercio Justo, lo que garantiza la equidad con las comunidades productoras.

La harina de quinoa tiene un sabor algo terroso que recuerda ligeramente a la nuez. Su textura es suave y ligeramente granulada. Su elaboración comienza con la limpieza de las semillas para eliminar las saponinas, una capa amarga que las recubre. Luego, las semillas se secan y se muelen hasta obtener un polvo fino. 

Puedes utilizar la harina de quinoa en la preparación de masas tanto dulces como saladas: panes, pasteles, galletas, tortitas, empanadas, pastas...

Al cocinar con harina de quinoa, es importante recordar que, a diferencia de la harina de trigo, no contiene gluten, lo que significa que los productos horneados no tendrán la misma elasticidad y serán menos esponjosos.

Para mejorar la textura de los productos horneados, puedes mezclar la harina de quinoa con otras harinas sin gluten o añadir un aglutinante como goma xantana.

Su sabor se complementa muy bien con ingredientes como el chocolate, los frutos secos y las frutas. Además, la harina de quinoa también puede usarse para espesar sopas y salsas o para empanar carnes, verduras u hortalizas.

La quinoa es muy valorada por su alto valor nutricional y por estar naturalmente libre de gluten. Es notablemente rica en proteínas, con un perfil de aminoácidos muy completo.

También es una buena fuente de minerales como magnesio, hierro, y zinc, y vitaminas del complejo B. Además, aporta fibra y ayuda a mantener la sensación de saciedad.

Una de las características más destacadas de la harina de quinoa es su bajo índice glucémico: ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y por eso es adecuada para personas con diabetes.