El Champiñón Portobello cautiva los sentidos con su sabor carnoso, delicado y terroso, que se intensifica durante la cocción.
Su textura es firme y consistente. Son oscuros por fuera y blanco intenso por dentro.
Con su aroma suave y agradable el Portobello añadirá una dimensión especial a tus platos.
Explora las posibilidades del champiñón portobello ecológico de calidad para mejorar tu bienestar y enriquecer el sabor de tus platos.
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Disfrútalos tanto crudos en ensaladas como cocidos en platos principales. Aprovecha su capacidad para absorber sabores y experimenta con diferentes preparaciones. El resultado es siempre delicioso.
Los champiñones más pequeños son ideales para emplear en ensaladas refrescantes o para elaborar salsas. También se pueden incluir enteros en estofados.
Los medianos se pueden cortar en láminas y preparar fritos o a la plancha con un poquito de ajo. Es normal que suelten líquido al cocinarlos, pero si los hacemos a fuego medio o alto, el líquido se evaporará rápidamente y quedarán doraditos.
Los grandes son ideales para rellenar o para utilizar en brochetas.
También dan muy buen resultado como ingredientes de tortillas, como base de patés vegetales, con arroces y pastas.
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Al incorporar Champiñones Portobello ecológicos en tu dieta, disfrutas de beneficios para la salud que van más allá del placer gastronómico.
Contienen pocos hidratos, poca fibra, mínimas grasas y proteínas escasas.
Su verdadera riqueza reside en las vitaminas del grupo B, B2, B3, B1 y ácido fólico, que cubren el 45%, el 42%, el 15% y el 18% de las necesidades diarias y aumentan nuestras defensas.
Tiene mucho potasio (418 mg en 100 g), que mejora la retención de líquidos; un buen aporte de fósforo (27%) que favorece la actividad intelectual, así como en hierro, cobre y selenio (18% cada uno), que ejerce una demostrada actividad antioxidante y anticáncer.
Además, su bajo contenido calórico lo convierte en una elección inteligente para aquellos que buscan controlar su peso.
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