Estos arándanos, cuidadosamente seleccionados de cultivos ecológicos, se deshidratan lentamente para preservar su sabor natural y sus propiedades nutricionales. Tienen un sabor agridulce, donde la acidez natural del arándano se equilibra y suaviza gracias al toque dulce que aporta el zumo de manzana.
Durante el proceso de deshidratación, las frutas pueden volverse pegajosas debido a los azúcares naturales que contienen. El aceite de girasol añadido en una pequeña dosis crea una ligera capa protectora para evitar que se peguen entre sí y para mejorar la textura. Además, el aceite de girasol es tiene un sabor muy neutro, y no altera ni el sabor ni el aroma de los arándanos.
Con su sabor agridulce y su textura suave, añadirás a tus platos una explosión de sabor y nutrientes mientras disfrutas.
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Los arándanos rojos deshidratados ecológicos son una deliciosa y saludable opción para disfrutar como aperitivo o para agregar a todo tipo de platos. Son ideales para ensaladas frescas, especialmente con queso de cabra, nueces o espinacas. También son perfectos para mezclas de frutos secos o granolas; añadirá sabor y textura a tus desayunos o meriendas. Puedes incorporarlos en guisos de carne, (aves, caza o cerdo), para contrastar los sabores salados. Además, son un excelente complemento en postres, galletas, muffins o tartas, y pueden enriquecer el sabor de salsas para carnes o acompañamientos como un chutney.
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Además de ser deliciosos, los arándanos rojos deshidratados son ricos en antioxidantes, vitaminas, especialmente vitamina C y minerales, y se ha demostrado que tienen propiedades antiinflamatorias muy beneficiosas.
Retrasan el envejecimiento gracias a sus antioxidantes, antocianinas y carotenos.
Reducen el riesgo de padecer cáncer debido a su contenido en ácido gálico y resveratrol.
Combaten la inflamación, especialmente en enfermedades como la artritis y la fibromialgia, gracias a su alto contenido en antioxidantes.
Ayudan a reducir el colesterol en sangre debido a su elevado contenido en potasio.
Reducen el riesgo de enfermedades degenerativas gracias a su contenido en flavonoides.
Ayudan a prevenir daños oculares debido a su alto contenido en antocianinas.
Limitan la infección al hacer que las bacterias no encuentren un medio favorable, siendo útiles especialmente en la prevención y tratamiento de infecciones urinarias, así como en la prevención de la cistitis.
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