El apio largo ecológico es una verdura de temporada que se encuentra en su esplendor durante los meses de primavera y verano.
Se caracteriza por su tallo largo y delgado, de color verde intenso, y sus hojas verde oscuro, que crecen en forma de ramillete en la parte superior.
Tiene un sabor fresco y ligeramente amargo, con un toque terroso y refrescante.
El apio largo ecológico es una verdura sabrosa, versátil y nutritiva. Ya sea consumido crudo o cocido, el apio es una adición deliciosa y saludable a cualquier dieta equilibrada.
Su textura es crujiente y fibrosa, lo que lo hace ideal tanto para ser consumido crudo, en ensaladas o como crudité, en rodajas finas o palitos para tomar con hummus, queso crema o salsa de yogur.
En la cocina es indispensable como base para sopas, caldos y ciertos guisos.
El apio es bajo en calorías y rico en fibra, lo que lo convierte en un alimento ideal para mantenerse saciado por más tiempo y cuidar la salud digestiva.
Tiene un alto contenido de agua, lo que lo convierte en un alimento refrescante y rehidratante, perfecto para los días calurosos de verano. Destaca su función diurética, debido al contenido de agua y a la presencia del apiol, un aceite volátil.
También contiene pequeñas cantidades de furanocumarinas biológicamente activas, que pueden actuar en la prevención del cáncer, y que también se han utilizado en el tratamiento de algunas enfermedades de la piel como el vitíligo y la psoriasis.
También es una buena fuente de vitaminas y minerales, incluyendo vitamina K, vitamina C, potasio y ácido fólico.
Es rico en flavonoides, compuestos con actividad antioxidante y funciones biológicas diversas (vasodilatadores, anticarcinogénicos, antiinflamatorios, antibacterianos, inmunoestimulantes, antivirales, etc.).
