Te presentamos 250 g de almendras crudas enteras y con piel de la variedad largueta, tostadas y saladas, enteras y con piel, y de producción ecológica.
Estas almendras tienen un sabor delicado, que combina la dulzura natural de las almendras y la calidez de su sutil tostado, con un toque ligeramente salado que hará las delicias de los amantes de los frutos secos. Al abrir la bolsa percibirás un tentador aroma que te adelanta la experiencia que te espera al saborearlas: notas tostadas, textura crujiente e irresistible y una ligera salinidad que equilibra la dulzura natural de las almendras para que brille.
Estas almendras tostadas y saladas ecológicas no solo son un delicioso tentempié, sino que también las pueden usar para agregar un toque crujiente y un sabor sofisticado a tus ensaladas, yogures o incluso a salsas para carnes y pescados. También son ideales para darle a tus postres una textura inigualable.
Las almendras Larguetas ecológicas tostadas y saladas no solo son deliciosas, sino que también son una fuente de nutrientes esenciales que benefician tu bienestar.
Son una fuente rica de proteínas y contienen una impresionante variedad de minerales, incluyendo calcio, hierro, zinc, potasio, magnesio y fósforo. Además, están cargadas de vitaminas, como la vitamina E, riboflavina, tiamina, niacina y folatos. Por eso su consumo es beneficioso para tu salud. Contiene antioxidantes naturales que protegen tu salud cardiovascular, mejoran los niveles de colesterol y respaldan la función cerebral. Además, su bajo índice glucémico las hace ideales para personas con diabetes, ya que la mayoría de sus carbohidratos son de absorción lenta.
A pesar de su valor calórico, las almendras son tus aliadas en dietas de control de peso cuando se consumen con moderación. Su combinación de fibra, proteínas y grasas saludables proporciona una sensación de saciedad. Sorprendentemente, el 65% de sus grasas son grasas monoinsaturadas, similares a las del aceite de oliva, mientras que solo una pequeña fracción (menos del 10%) son grasas saturadas.
Estas almendras son una elección inteligente para una amplia variedad de personas, incluyendo mujeres embarazadas, atletas, personas en etapas de crecimiento, estudiantes con altos requerimientos energéticos y aquellos con intolerancia a la lactosa. Su alto contenido de calcio las convierte en una excelente alternativa a los lácteos.
Las almendras Largueta tienen un origen histórico fascinante en la villa de Alquézar, (Huesca). Hace más de un siglo, Mosen Rafael Ayerbe, el cura de la villa, realizó experimentos con almendros para crear una variedad resistente a las heladas tardías que afectaban a los agricultores. Estos esfuerzos dieron lugar a la variedad Largueta, también conocida como Desmayo. Ayerbe compartió su experiencia en su libro "El Almendro Desmayo," contribuyendo a la difusión y mejora del cultivo de esta variedad, lo que le valió galardones como la Gran Cruz del Mérito Agrícola.
