El albaricoque, también conocido como alberge en algunas regiones como Aragón, es una fruta de verano muy apreciada por su sabor dulce y refrescante con un toque de acidez y su textura suave y jugosa.
Tiene una piel fina de color naranja vibrante, a menudo con tonos rojizos en las áreas expuestas al sol. Su pulpa es tierna, suave y ligeramente fibrosa. En comparación con frutas similares, el albaricoque resulta más tierno que el melocotón, pero más firme que la nectarina. Su sabor es más intenso que el del melocotón y más ácido y menos dulce que el de la nectarina.
Invitamos a todos los amantes de las frutas a probar los albaricoques eco. Su suave textura, vibrante color y equilibrio de sabores los convierten en una elección de éxito para cualquier ocasión.
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Son ideales para comer frescos, pero también se pueden utilizar en mermeladas y compotas para disfrutar su sabor durante todo el año.
Prueba a añadir albaricoques frescos a ensaladas para un toque dulce y ácido, o úsalos como ingrediente en platos salados como tajines y guisos.
También son perfectos para preparar todo tipo de postres, tartas y pasteles, batidos y helados caseros, o simplemente deshidratarlos para tener un picoteo nutritivo.
También puedes asarlos ligeramente con un toque de miel y nueces.
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Contiene vitamina A, fundamental para la visión, el sistema inmunológico y la salud de la piel, y la antioxidante vitamina C. Es rico en potasio, que es crucial para la función muscular y la regulación de los líquidos corporales, y también contienen calcio y hierro, necesarios para la salud ósea y la producción de hemoglobina. Además,es bajo en calorías y grasas, así que se puede incluir en cualquier dieta.
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