El azuki es una legumbre seca pequeña que se obtiene del cultivo ecológico de la planta Vigna angularis, originaria del este de Asia y ampliamente extendida por diversas regiones agrícolas del mundo. Estos provienen de Argentina, un país que destaca por la calidad excepcional de sus suelos y por unas condiciones climáticas muy favorables, lo que se traduce en granos con un valor nutricional superior.
Son granos pequeños, ovalados y de color rojo oscuro intenso con una superficie lisa y brillante.
Una vez cocinado, el azuki ecológico ofrece un aroma suave y delicado, una textura cremosa y agradablemente densa y un sabor sutilmente dulce con lejanas notas de frutos secos, como la nuez.
En el cultivo de este azuki ecológico no se han usado químicos sintéticos, herbicidas, pesticidas ni fertilizantes artificiales, así que es un alimento seguro, libre de contaminantes y residuos tóxicos.
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El azuki ecológico requiere un remojo previo de aproximadamente 8 horas para mejorar la digestibilidad y acortar su tiempo de cocción.
Una vez remojados, los granos se cuecen durante un período de entre 45 minutos a 1 hora, hasta obtener una consistencia suave pero firme.
Combina especialmente bien con ingredientes aromáticos como el alga kombu, el jengibre, el laurel o el ajo, que ayudan además a mejorar la digestibilidad y aportan sabores equilibrados.
Úsala en ensaladas templadas o frías, sopas, guisos vegetales o purés. También puede ser el ingrediente principal de tus hamburguesas o croquetas vegetales.
Si te apetece descubrir nuevos sabores, pruébalo en preparaciones dulces: se usa mucho en la repostería tradicional asiática.
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Desde una perspectiva nutricional y dietética, el consumo regular de esta legumbre aporta importantes beneficios para la salud debido a su alto contenido en proteínas vegetales de fácil digestión, fibra dietética soluble e insoluble, vitaminas del grupo B (especialmente folatos) y minerales esenciales como hierro, zinc, magnesio y potasio.
Este perfil nutricional favorece la salud cardiovascular, ayuda a regular los niveles de colesterol LDL, mejora la función intestinal y contribuye a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, lo que lo convierte en un alimento especialmente beneficioso en dietas dirigidas a prevenir o controlar la diabetes tipo 2.
Te recomendamos consumir porciones moderadas de aproximadamente 60 a 80 gramos en seco (que equivalen a unos 150-200 gramos cocinados) y alternar con otras legumbres unas dos o tres veces por semana.
Ten en cuenta que, en individuos con sensibilidad intestinal, una ingesta excesiva puede causar ligeras molestias digestivas, especialmente gases o distensión abdominal. Por eso, para facilitar su digestión, es recomendable combinar el azuki con especias carminativas o consumirlo junto con fermentados vegetales como chucrut o miso.
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