La achicoria (Chicorium intybus) es una planta muy común en Europa apreciada por su raíz que se cosecha en otoño y por sus hojas.
Las hojas de achicoria crudas tienen un sabor fresco, ligeramente amargo y algo picante, similar al de otras verduras como la escarola o la endivia.
Este amargor es más intenso cuanto más maduras estén las hojas.
Su textura es crujiente cuando se consume cruda y más suave si la tomas cocinada. La cocción también suaviza su amargor.
Las hojas de achicoria son perfectas para ensaladas. Puedes combinarlas con ingredientes dulces como naranjas, frutas o vinagretas agridulces para equilibrar su amargor.
También se pueden mezclar con otras hojas verdes para componer una ensalada más variada.
La achicoria se puede cocinar, ya sea al vapor, salteada o hervida, lo que reduce su amargor. Salteadas con ajo y aceite de oliva suavizar su sabor y mejora su terneza.
Es una guarnición excelente para platos de carne y pescado.
Es un planta depurativa muy útil como tónico renal y hepático, con propiedades digestivas y diuréticas. Es moderadamente laxante, vitamínica y remineralizante, antiséptica y antioxidante.
Aporta beneficios para el control de la tensión sanguínea, para mejorar la digestión y para aliviar los trastornos urinarios.
Por su contenido en fibra te ayudará a mantener la sensación de saciedad y a controlar el peso.
