Este cous cous integral está elaborado a partir de las sémola de trigo duro molida pero sin llegar a convertirse en harina. La sémola se procesa con el grano completo del trigo, lo que significa que conserva tanto el salvado como el germen. Esta diferencia le otorga un color más oscuro, cercano al marrón claro, y un sabor más intenso y ligeramente nuez en comparación con el cous-cous refinado.
Crea deliciosas guarniciones y saciantes platos con este humilde ingrediente y enriquece tus menús con cous cous integral eco.
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El cuscús se cocina de manera muy fácil y rápida. Para prepararlo no es necesario remojar previamente. Solo tienes que colocar en una cazuela la misma proporción de agua o de caldo que de cuscús. Tras llevarlo a ebullición retira del fuego, tapa y deja reposar unos 15 minutos. El cous-cous integral tiene tiempos de cocción ligeramente más largos que el cous-cous blanco debido a su mayor contenido de fibra y la estructura más densa del grano integral.
El cuscús tiene un sabor que recuerda ligeramente a la nuez, pero en general, es bastante neutro, por lo que absorbe bien los sabores y aromas de los ingredientes con que se combina.
Puede servir para preparar ensaladas nutritivas y atractivas, en las que las diminutas bonitas doradas contrastan con los verdes y los rojos, del tomate, el perejil o la menta. Si a esta combinación añades cebolla y un buen aliño de limón tendrás listo un delicioso tabulé.
Además, puedes acompañar el cous cous con legumbres, carnes o pescados.
Su textura va genial en rellenos de pimientos, calabacines o berenjenas y combina bien con cualquier hortaliza, con champiñones, con verduras de hoja, o incluso con queso.
Para aromatizar tu cous cous te aconsejamos usar hierbas y especias: estragón, menta, cardamomo, clavos de olor, azafrán, cilantro o pimienta.
La clave para disfrutar de un buen cosu cous y que no quede seco es prepara un buen aliño, ligero y fluido para que los granos queden sueltos.
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Esta sémola heredada de los pueblos del Norte de África es rica en hidratos de carbono en forma de almidón que proporcionan energía de manera gradual.
Además, es una de las fuentes vegetales más ricas en proteínas en forma de gluten. Por eso se considera un alimento muy nutritivo, pero no es apto para celíacos. De cada 100 g, 13 son proteínas y 8,8 son fibra.
Como se trata de un alimento con gran aporte energético es especialmente recomendable para deportistas y personas que desarrollan una actividad física importante.
El cuscús integral es rico en la antioxidante vitamina E y en vitaminas del grupo B, que contribuyen a la buena salud del sistema nervioso.
Además aporta pequeñas dosis de calcio, potasio, hierro y cinc, y cantidades moderadas de magnesio y fósforo. Todo ello, junto con la fibra, ayuda a regular el metabolismo.
El cuscús contiene muy poca grasa, y una buena cantidad de la que aporta es en forma de ácido linoleico, seguido del oleico, ambos ácidos grasos esenciales.
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