Para conservar el ajo negro en óptimas condiciones y disfrutar al máximo de su sabor y propiedades, sigue estos consejos: Guarda el ajo negro en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol. Una despensa o armario oscuro es ideal para conservarlo. El ajo negro es sensible a la humedad, así que asegúrate de mantenerlo en un recipiente hermético o envuelto en papel de cocina para evitar que se humedezca. Mantén una temperatura estable para conservar el ajo negro. No lo guardes en lugares donde pueda estar expuesto a cambios bruscos de temperatura. A diferencia del ajo fresco, el ajo negro no necesita refrigeración. La nevera puede causar que se endurezca y pierda su sabor característico. Aunque el ajo negro tiene una vida útil más larga que el ajo fresco, es mejor consumirlo dentro de unos meses después de la compra para disfrutar de su frescura y sabor óptimos.

Eco

AJO NEGRO ECO

7,90 €

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Te presentamos una caja con 2 cabezas de ajo negro 100% ecológico (70 g)

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PACK 2 CABEZAS: 70 G

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AJO NEGRO ECO

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Producto ecológico

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En caso de producto fresco, envío refrigerado.

Retiro disponible en Delieco Zaragoza

Normalmente, está listo en 24 h

INFORMACIÓN NUTRICIONAL POR 100G

Energía 1103 kJ · 260 kcal
Grasas 0 g de las cuales saturadas 0 g
Hidratos de carbono 54 g de los cuales azúcares 12 g
Proteínas 10 g
Sal 0, 04 g

INGREDIENTES

Ajo negro ecológico

PRODUCTOR

Ibereco lleva más de 20 años comprometida con la calidad, desde el cultivo hasta la producción, seleccionando cuidadosamente los mejores ejemplares de cereales, frutas y verduras y siguiendo la normativa de agricultura ecológica. Trabajan con variedades locales adaptadas al clima y al terreno, lo que les permite ofrecer productos de temporada de alta calidad. Además, cuentan con un amplio equipo humano y apoyan la proyección del medio rural y la incorporación de jóvenes agricultores. En sus instalaciones disponen de cámaras de almacenamiento y espacios de manipulación y envasado con materiales reciclables equipados con maquinaria moderna para garantizar la calidad del producto y el compromiso con la sostenibilidad.

CONSERVACIÓN

Para conservar el ajo negro en óptimas condiciones y disfrutar al máximo de su sabor y propiedades, sigue estos consejos:

Guarda el ajo negro en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol. Una despensa o armario oscuro es ideal para conservarlo.
El ajo negro es sensible a la humedad, así que asegúrate de mantenerlo en un recipiente hermético o envuelto en papel de cocina para evitar que se humedezca.
Mantén una temperatura estable para conservar el ajo negro. No lo guardes en lugares donde pueda estar expuesto a cambios bruscos de temperatura.
A diferencia del ajo fresco, el ajo negro no necesita refrigeración. La nevera puede causar que se endurezca y pierda su sabor característico.
Aunque el ajo negro tiene una vida útil más larga que el ajo fresco, es mejor consumirlo dentro de unos meses después de la compra para disfrutar de su frescura y sabor óptimos.

El ajo negro es ajo común que ha sido sometido a una larga fermentación natural (de varias semanas a meses) a una temperatura controlada y una humedad elevada. Durante este proceso, las enzimas presentes en el ajo fresco convierten los azúcares y aminoácidos, compuestos que transforman sus características organolépticas, dándole al ajo negro su color oscuro, su textura suave y tierna, y su sabor dulce y afrutado, con notas de ajo horneado, regaliz, mora confitada y un sutil umami. Además de su sabor delicado su ventaja es que no pica, no repite y no provoca mal aliento.

Se utiliza en la cocina como condimento o ingrediente en todo tipo de recetas, ya sea en forma de pasta, puré o en láminas. Se puede comer del mismo modo que el ajo fresco, crudo o cocinado.

Se puede consumir como suplemento dietético, ya que conserva muchas de las propiedades saludables del ajo fresco, como su potencial antioxidante, antiinflamatorio y para mejorar la salud cardiovascular.

Se utiliza en la cocina como condimento o ingrediente en todo tipo de recetas, ya sea en forma de pasta, puré o en láminas. Se puede comer del mismo modo que el ajo fresco, crudo o cocinado.

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