PATATAS FRITAS CON TRUFA ECO

Al llevarlas a la nariz y después al comerlas descubrirás el perfecto equilibrio entre los sabores de la patata, la trufa negra en su punto justo para potenciar el sabor sin inundarlo todo y el toque justo de sal.

La calidad de la materia prima lleva nuestras patatas al top de los aperitivos, pues se elaboran con unas patatas agrias procedentes de agricultura ecológica, que se cultivan a más de 1000 metros de altitud en tierras de Soria.
Para su producción, se controla todo el proceso, desde la siembra a la recolección manual. Las patatas se almacenan en cajones de madera y se pelan y repasan también a mano. La clave para obtener el punto de fritura idóneo es cortarlas en láminas finas y uniformes.
La patata agria es la mejor para freír porque mantiene todo el sabor aunque se exponga a las altas temperaturas de la fritura y porque su excelente proporción entre fécula y agua, le da la consistencia ideal para ser frita.
Un vez fritas en su punto, se añade la sal y el polvo de trufa negra que le aporta su delicado aroma y su intenso sabor.
En la última fase del control de calidad se desechan las que se hayan quemado o presenten alguna impureza, de tal modo que a tu mesa solo llegan las mejores y más saludables patatas fritas.

Si te apetece darte un capricho que sea con las mejores patatas fritas eco con delicioso sabor a trufa. Por algo somos Delieco.

Para disfrutar su intenso sabor a trufa te recomendamos saborearlas solas.

Elaborados con ingredientes naturales, son una opción más saludable que las versiones convencionales al estar libres de pesticidas y aditivos.

Con estas patatas te llenarás de energía rápida gracias a su contenido en hidratos de carbono.

Te recomendaría una ración de 30-40 gramos. Esta cantidad es adecuada para disfrutar de un aperitivo sin exceder las calorías, grasas y sal recomendadas en una dieta equilibrada. Recuerda que este tipo de alimentos es mejor consumirlos ocasionalmente y en porciones moderadas.