Te presentamos Tomate Pera Ecológico, una variedad de forma estilizada y elegante, similar a una pera, de ahí su nombre. Su piel tiene un color rojo intenso y un brillo característico. La carne es jugosa, tierna y contiene pocas semillas.
Tiene un sabor auténtico, suave y dulce, con un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez. Su textura es firme, pero no demasiado, lo que los hace ideales tanto para comer crudos en ensaladas como para cocinar e incluso para hacer conserva cuando se encuentran el punto máximo de madurez.
Los tomates pera ecológicos son un alimento ligero, bajo en calorías y que te ayuda a mantenerte hidratado. Además son una elección saludable que puede contribuir a mejorar tu alimentación y tu bienestar general.
Debido a su alto contenido de pulpa y bajo contenido de agua, se utilizan en sopas, guisos, platos horneados, y en preparaciones frías como gazpacho y salsas para pasta. Su aroma fresco y agradable añade un toque especial a cualquier plato. Y con un simple toque de sal y aceite de oliva estarán deliciosos.
El tomate pera es una excelente fuente de licopeno, un poderoso antioxidante responsable de su característico color rojo. El licopeno se ha relacionado con la reducción del riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, particularmente el cáncer de próstata.
También son ricos en vitamina C, que es esencial para el funcionamiento del sistema inmunológico, la formación de colágeno en la piel y los tejidos, y la absorción de hierro. La vitamina C actúa como un antioxidante que combate el daño de los radicales libres.
Estos antioxidantes pueden ayudar a mantener una piel saludable y prevenir el envejecimiento prematuro.
Los tomates pera también proporcionan vitamina K, importante para la coagulación sanguínea y la salud de los huesos y vitamina A, importante para la salud ocular y de la visión. Contienen ácido fólico (vitamina B9), que es fundamental durante el embarazo para prevenir defectos en el tubo neural del feto y también es importante para la síntesis de ADN y ARN.
Son una buena fuente de potasio, un mineral que ayuda a mantener el equilibrio de los electrolitos en el cuerpo, regula la presión arterial y resulta esencial para la función adecuada de los músculos y los nervios.
