Este vino se elabora con tres variedades: 57% de Xarel·lo, 23% de Macabeo y 20% de Parellada de los viñedos ecológicos que la familia Torelló posee en la Finca Can Martí desde 1395. De sus 135 hectáreas de ricos suelos arcillo-calcareos, 80 se cultivan en ecológico.
La vendimia se realiza manualmente para garantizar la calidad e la uva que llega a la bodega una vez se han seleccionados los racimos. Allí se realiza un prensado de cada variedad por separado, muy suave para proteger al mosto de la oxidación
Tras la primera fermentación en depósitos de acero inoxidable, el vino pasa por barrica de roble francés de Allier de 225 litros -que le dan nombre-. En invierno se realiza el embotellado y posteriormente, la segunda fermentación ya en botella.
El vino tiene una crianza mínima de 48 meses en botella. Cada año se realiza el removido de las lías, girando y moviendo ligeramente la botella, lo que permite que las levaduras se mezclen nuevamente con el vino. De esta manera mejora la textura y la complejidad del espumoso y aumenta su expresión aromática, se sabor y su estructura.
Después de la segunda fermentación y antes de ser sellado con el corcho final se procede al "degüelle" para eliminar las levaduras muertas y otros sedimentos del cuello de la botella. En este vino no hay adición de azúcares para modificar su sabor o dulzura.
CORPINNAT es una Marca Colectiva de la Unión Europea nacida con la voluntad de distinguir los grandes vinos espumosos elaborados en el corazón del Penedès, a partir de uva 100% ecológica recolectada a mano y vinificada íntegramente en la propiedad.
Se trata de un vino de color amarillo pajizo, limpio y transparente, con burbuja fina que forma rosario constante.
En nariz ofrece aromas amables que recuerdan a flores frescas, flor de miel y romero. También se perciben agradables notas lácteas con recuerdos de crema inglesa y brioche caramelizado. Ligeras notas tostadas aportan una buena estructura.
En boca es un espumoso complejo, con muchos matices, y con una agradable sensación
de burbuja. Destaca su equilibro entre la complejidad que le aporta la crianza y la frescura. Es largo y ligero. Se perciben notas de brioche, tostados sutiles y fruta.
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La temperatura de degustación recomendada es de 6 a 8°C. Esta temperatura más fría resalta la frescura y las características aromáticas del vino sin que el frío sea excesivo y amortigüe sus sabores.
Marida de manera excelente con mariscos y pescados, para acompañar quesos, foie y arroces.
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Consume con moderación y responsabilidad.
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