Estos aguacates tienen una forma redondeada. Una vez maduro cede a una leve presión, se le cae el pedúnculo y al abrir, se separa con facilidad el hueso de la carne.
Su carne tiene un color verde claro y una textura muy cremosa. Es rico, mantecoso y ligeramente dulce con una agradable y sutil sabor a nuez.
En España se dispone de la variedad Bacon que permiten producir y abastecer el mercado completando, a contraestación, la oferta de las zonas productoras del hemisferio sur.
Se puede consumir solo crudo, o utilizar en ensaladas, salsas, guacamole o como acompañamiento para platos principales como tacos o sushi. Con un chorrito de buen aceite de oliva y unas gotas de limón o pomelo, resulta excelente para untar sobre unas rebanadas de pan o unas tostaditas saladas. Debido a la cremosidad de la pulpa que le confiere su riqueza en grasas, el aguacate se unta muy fácilmente, así que es una alternativa excelente a las margarinas industriales, ya que es mucho más saludable.
Puedes cocinarlo pero has de saber que no le sientan bien las cocciones prolongadas ya que pueden conferirle un cierto sabor amargo, transformar su delicada textura y aportarle una apariencia poco atractiva
Utilizar el aguacate en la cocina es muy sencillo, pero ten en cuenta el inconveniente de que la pulpa se oxida con facilidad al contacto con el aire. Para evitar que se ennegrezca añade un ingrediente ácido como zumo de limón o de lima.
El aguacate Bacon es una excelente fuente de grasas saludables, incluyendo ácidos grasos monoinsaturados. También es rico en fibra, vitaminas y minerales, (vitamina E, vitamina K, potasio y ácido fólico). Para que te hagas una idea, unos 100 g de aguacate procuran el 25% de la vitamina E que se precisa al día.
Es un alimento prácticamente imprescindible en las dietas vegetales altas en grasas, como la dieta cetogénica.
Además de no tener colesterol, tiende a reducirlo si tus niveles de colesterol malo LDL son elevados y a aumentar los del colesterol bueno o DHL.
