De forma redondeada, su gran tamaño y su piel fina de color rosa claro lo distinguen de otras variedades de tomate. Tienen aroma fresco y un sabor excepcionalmente dulce y equilibrado. Su textura es suave y muy carnosa, y tiene poca agua.
El tomate rosa obtiene sus mejores cualidades organolépticas cuando se cultiva en ciertas condiciones: un gradiente de temperatura importante entre el día y la noche, abundante riego, y mucha luz y horas de sol.
Los tomates rosas ecológicos contienen pocas calorías y en los meses de calor, justo cuando más apetecen y están en su punto óptimo de maduración, te ayudan a mantenerte hidratado. Además contribuyen a mejorar tu alimentación y tu bienestar gracias a sus increíbles propiedades.
Es ideal para consumir crudo, en ensaladas y disfrutar así de su sabor único.
También puedes consumidos rebanados en rodajas con orégano y mozarella, en sándwiches o simplemente con un toque de sal y aceite de oliva. También son excelentes para hacer un buen gazpacho o una sopa fría.
Nutricionalmente destacan por su contenido en licopeno, un poderoso carotenoide, antioxidante, que puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, como el de próstata.
La vitamina C, muy presente en el tomate rosa, también actúa como antioxidante combatiendo el daño producido por los radicales libres, contribuye a la formación de colágeno. También mejora la absorción del hierro.
Son ricos en vitaminas, sobre todo K , A, y B9 ó ácido fólico, fundamental durante el embarazo.
