Estas manzanas son de color verde amarillo, muy intenso al madurar.
Son muy graciosas, achatadas y asimétricas. Su piel es cerosa, con un abundante punteado y algo de herrumbre.
Que no te engañe su aspecto a primera vista poco atractivo. Al morder se descubre una agradable textura crujiente, una pulpa firme, nada harinosa y un sabor equilibrado entre dulce y ácido, inigualable.
Si están ligeramente verdes predomina la acidez, pero conforme maduren serán cada vez más dulces.
Si las guardas en condiciones naturales y a temperatura ambiente, seguirán madurando y mejorando sus condiciones y aunque se arrugue la piel, pierdan agua y acidez, serán cada vez más dulces y mucho más aromáticas. Verás cómo su sabor se concentra e intensifica.
La manzana es fácil de comer a cualquier hora, tanto en el postre, como en la escuela en la oficina, entre horas, porque es fácil de llevar.
Las manzanas son una de las frutas más beneficiosas para la salud y la variedad reineta es una de las mejores opciones.
Para aprovechar todos sus beneficios cómelas con piel, pues ésta concentra la mayoría de ellos. Con nuestras manzanas reineta ecológicas, puedes hacerlo con total tranquilidad porque no se ha tratado con potenciadores del color para embellecer su aspecto, ni con ceras, ni con químicos ni productos fitosanitarios. En todo caso, te recomendamos lavarlas antes de comerlas.
La Manzana Ecológica reineta te regala sabor y muchos beneficios para tu bienestar. Añade este valioso alimento a tus preparaciones para darles un toque sorprendente y disfruta cuídandote.
Son ideales para repostería y con ellas puedes hacer bizcochos, pasteles, tartas, hojaldres, strudels…
Asadas, en flanes, pudin, mermeladas y en compota están deliciosas, con un poquito de azúcar, especias otoñales y canela.
Pero también puedes incorporarla a tus platos salados: en crujientes y refrescantes ensaladas, cocida con delicado foie, con pavo asado, ciruelas y piñones...
Una vez cortadas se producirá una reacción química, la oxidación, que hace que en contacto con el oxígeno, la manzana se vuelva marrón y resulte menos atractiva y nada apetecible.
Para evitar que se oxide, corta la manzana justo antes de servirla. Si necesitas cortarla con anticipación, sumerge los trozos de manzana en agua con limón o zumo de naranja: el ácido cítrico reducirá la velocidad de oxidación.
Son muy poco calóricas, ricas en agua, en fibra soluble (pectina), en antioxidantes, en minerales (potasio, fósforo, calcio, hierro, magnesio…) y vitaminas C, E y del grupo B.
Ya puedes imaginar todo lo bueno que una manzana al día puede hacer por tu piel, tu corazón, tu hígado, tus riñones, tu sistema inmune e incluso por tu cerebro.
Es una fruta anticancerosa, antinflamatoria, cardioprotectora, digestiva, diurética, depurativa, laxante (cruda con piel) y antidiarréica (sin piel o asada).
¡Lo tiene todo!
