Los higos maduran desde final de julio hasta octubre, aunque la mejor temporada es a final de verano. Como ves, están disponibles por poco tiempo así que aprovecha apra meterlos en ti carrito.
Son tiernos, carnosos y dulces, jugosos, ligeros y aromáticos.
Están en su punto bien maduros, cuando tienen el cuello arrugado y con una gotita de néctar en el orificio apical.
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Los higos frescos están deliciosos tal cual, pero funcionan muy bien en la cocina en combinación con frutos secos, tofu, productos de panadería… y son increíbles para preparar salsas, confituras y mermeladas.
Combinan muy bien con el yogur, el kéfir y el requesón, de vaca o de cabra, en desayunos y meriendas.
El sabor exuberante de los higos da un toque delicioso a las ensaladas de hojas verdes, la pasta, las patatas, el cuscús, los encurtidos... Los vinagres aromáticos como el de frambuesa serán un complemento delicioso. El romero, el orégano, el aceite de oliva y el vinagre de Módena, combinan muy bien.
Acompañado de quesos y aceite de oliva virgen resultan irresistibles.
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Esta fruta única se prescribía en la antigua Grecia a los atletas olímpicos porque es un tesoro: proporciona energía, minerales y abundante fibra.
Por ser una fruta tan dulce y jugosa hay quien cree que tiene muchas calorías. Sin embargo, si se consume fresco, tan solo aporta unas pocas más que la manzana. Además, provienen enteramente de sus azúcares naturales (glucosa, fructosa, sacarosa).
Su porcentaje de grasas y proteínas es mínimo.
Por esta riqueza en azúcares te recomendamos tomarlo si realizas esfuerzos físicos importantes o estás convaleciente, con astenia o inapetencia.
Sólo los diabéticos deben consumirlos con prudencia.
El aporte de fibra (3 g de cada 100, incluyendo fibras solubles e insolubles) es su característica nutricional más destacable.
Las fibras solubles ayudan a controlar el colesterol y la glucosa en sangre y contribuyen a regular el tránsito intestinal.
Las insolubles también facilitan el tránsito y tienen un efecto preventivo en ciertas enfermedades como el cáncer de colon.
Los higos también pueden ayudar a controlar el peso gracias a su efecto saciante. Si comes dos o tres antes de la comida se reducirá tul apetito.
Además de vitamina K, es rico en B1, B5 y B6, indispensables para el equilibrio del sistema nervioso. Por eso te ayudarán en situaciones de estrés.
Los higos aportan minerales como potasio, calcio y magnesio que te ayudarán a mantener la buena salud de tus huesos. Por eso son muy apropiados para embarazadas, niños y adolescentes, y para quienes desean prevenir osteoporosis y fracturas.
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