Nuestras acelgas ecológicas son seleccionadas con cuidado, tienen el cogollo bien formado, hojas verdes tersas, brillantes y de color verde uniforme y tallos o plumas firmes, duras y de color blanco.
Tienen un sabor suavemente terroso y ligeramente dulce; las hojas son tiernas y suaves, mientras que los tallos ofrecen una textura crujiente.
En Delieco.com te ayudamos a llevar a tu hogar productos de calidad, frescos y ecológicos para que sumerjas una experiencia culinaria saludable y deliciosa. ¡Tu bienestar y tu paladar te lo agradecerán!
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Las acelgas son un lienzo culinario superversátil que puedes utilizar de muchas formas.
Ten en cuenta que, como su volumen disminuye mucho al cocinarlas, debes contar con unos 300 ó 400 g de verduras crudas para comer.
Para evitar que ennegrezcan durante la cocción, pueden tenerse previamente uno o dos minutos en agua con sal, o rociarse con zumo de limón o vinagre.
La forma más habitual de cocinar acelgas es cocerlas en agua abundante con sal durante unos minutos. Las hojas se cocinan muy rápido, sobre todo si están muy tiernas, pero las plumas necesitarán más tiempo. Por eso te aconsejamos cortar las plumas en trocitos pequeños o echarlas a la cazuela antes que las hojas.
Unas gotas de vinagre de manzana o de limón ayudan mucho a equilibrar el sabor ligeramente terroso de algunas acelgas.
Tanto sus hojas verdes como sus tallos son excelentes para hacer caldos de verduras. También aportan mucho sabor a las cremas de verduras y son ideales para platos que incluyan quesos o huevos, como una quiche, un gratinado o un pastel de verduras.
Resalta su sabor en salteados y revueltos en buen aceite de oliva con piñones y pasas o simplemente con ajo y aceite de oliva.
Puedes cocinarlas al vapor y servirlas como guarnición para acompañar tus platos principales. También te sugerimos usarlas como envolturas (en lugar de tortillas o pasta) para platos rellenos.
Las acelgas añaden profundidad de sabor a risottos, arroces en general y platos de pasta.
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Introduce las acelgas ecológicas en tu dieta por su sabor y por los beneficios que te aportan.
La acelga, como otras verduras, aporta un 27% más de polifenoles y un 18% más de clorofila cuando es ecológica. El contenido mineral también aumenta. La acumulación de nitratos en las hojas de acelga es un indicador de baja calidad. Esta acumulación es un 43% mayor en las acelgas procedentes de cultivos convencionales, por eso te aconsejamos que consumas acelgas ecológicas.
Una ración de unos 200 g aporta 38 calorías (sólo el 2% de lo que se necesita al día) y, sin embargo, cubren el 27% de las necesidades diarias de potasio, el 30% de calcio, la mitad del hierro, casi la mitad del magnesio, el 100% de la vitamina C, el 25% de la vitamina E, dos tercios de la A, e incluso un 7-8% de proteínas. Sus hojas, verdes y brillantes, contienen pigmentos antioxidantes, lo que unido a su riqueza en betacaroteno y vitamina C ayuda a prevenir el cáncer.
Su contenido de fibra favorece la salud digestiva y te mantiene saciado por más tiempo que otras verduras. También te mantendrán bien hidratado.
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