PISTACHOS CARAMELIZADOS

Los pistachos se recolectan cuando su cáscara comienza a abrirse de forma natural en el árbol. Después de la recolección, se someten a un proceso de secado. El siguiente paso es el tostado de los pistachos, un proceso clave que les otorga su sabor característico y textura crujiente. No afecta a su el perfil de grasas saludables  (omega-3 y omega-6), proteínas  y minerales (magnesio, fósforo y zinc), que se mantiene.
El tostado mejora la textura de los pistachos, haciéndolos más crujientes y potenciando su sabor ya que se concentran algunos sabores naturales, realzando su dulzor y su perfil aromático.

Después se mezclan y cubren de manera uniforme con azúcar al punto de caramelo, que una vez fría cristaliza. El resultado es un fruto seco de un sabor irresistible, dulce y tostado. Al masticarlos, el dulce caramelo se disuelve en la boca, y el pistacho se descompone en pequeños fragmentos, liberando sus aromáticos aceites naturales con notas tostadas y un sutil toque de frutos secos.

Los pistachos caramelizados se pueden disfrutar solos como un dulce capricho.
Su sabor y su textura crujiente los hacen muy interesantes como ingrediente en repostería.

Son perfectos para una tarde de invierno junto a una taza de chocolate caliente o de te negro.

Los pistachos son una excelente fuente de grasas saludables, proteínas, fibra dietética, vitaminas y minerales. Son especialmente ricos en vitamina B6, tiamina, fósforo, y magnesio.
También contienen antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que pueden ayudar a proteger contra el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

Con un alto contenido calórico (614 kcal/100 g), son ideales como snack energético para deportistas o personas con alta demanda de energía.

Tómalos como parte de una dieta equilibrada y variada y con moderación. Una ración saludable de pistachos tostados sería de unos 30 g, lo que aportaría aproximadamente 187 kcal. Esto es una cantidad moderada que puede formar parte de una dieta equilibrada.