TÉ NEGRO ECO

El té negro es una variedad de té que se obtiene de las hojas de la planta Camellia sinensis, al igual que el té verde o el té blanco. Lo que distingue al té negro es su proceso de oxidación más completo, que le otorga su característico color oscuro y su sabor robusto, maltoso, terroso y astringente, con un equilibrio agradable entre amargor y dulzor, con un cuerpo pleno y una textura suave en el paladar.

El té negro se puede disfrutar en cualquier momento del día. Si lo tomas por la mañana  obtendrás un impulso extra de energía. También es una buena opción para tomar después de las comidas, ya que puede ayudar a la digestión.

Lo puedes disfrutar solo o con leche, que suaviza el sabor del té y lo convierte en una delicia más cremosa. Puedes agregar azúcar o miel para endulzarlo.
Con una rodaja de limón agregarás un toque de frescura y acidez.
La adición de leche y azúcar puede suavizar el sabor y resaltar las notas dulces, mientras que el té negro puro sin aditivos ofrece una experiencia más intensa y compleja.

Vierte el equivalente a un vaso o 250 ml de agua recién hervida sobre la bolsita, y déjala actuar como mínimo 5 minutos. Si deseas un sabor más intenso y concentrado, déjala actuar unos minutos más.

Contiene flavonoides, que son antioxidantes naturales que pueden ayudar a proteger las células del daño causado por los radicales libres.
Contiene cafeína, que puede ayudar a aumentar la energía y mejorar el estado de alerta mental.
Algunos estudios sugieren que el consumo regular de té negro puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
También puede ayudar a mejorar la digestión y aliviar problemas gastrointestinales.