Estos arándanos, seleccionados con esmero de cultivos ecológicos, se someten a un proceso de deshidratación lento que conserva tanto su esencia natural como sus beneficios nutricionales.
Su sabor combina la acidez característica del arándano con un dulzor sutil aportado por el zumo de manzana, en un equilibrio delicioso.
Debido al proceso de deshidratación, los azúcares propios de la fruta pueden hacer que los arándanos adquieran una textura algo pegajosa. Para evitarlo, se les añade una pequeña cantidad de aceite de girasol (<1%), que forma una fina capa protectora y mejora su manejo. Este aceite, de sabor neutro, no interfiere en el gusto ni en el aroma, manteniendo intactas las cualidades de los arándanos.
Con su sabor equilibrado y su textura súper agradable, son el complemento ideal para enriquecer tus recetas con un toque saludable de sabor.
Los arándanos rojos ecológicos deshidratados son una elección deliciosa y nutritiva, perfecta para disfrutar como aperitivo o como ingrediente en un montón de recetas.
En ensaladas, combinan genial con espinacas, nueces y queso de cabra: aportan un contraste de sabores y un toque muy especial.
También encajan perfectamente en mezclas de frutos secos o granolas; añadirán un extra de sabor y textura a tus desayunos y meriendas.
Puedes usarlos también en platos salados, como guisos de carne, cerdo, aves o caza, para crear un contraste dulce y salado único.
También son un complemento perfecto para postres como galletas, muffins, tartas, o incluso para enriquecer salsas y chutneys que acompañen carnes o guarniciones.
Además de ser irresistiblemente sabrosos, los arándanos rojos deshidratados destacan por su riqueza en antioxidantes, vitaminas como la C y minerales esenciales.
Su elevado contenido en antocianinas, carotenos y otros antioxidantes contribuye a retrasar el envejecimiento celular en general y protegen la salud ocular.
Otros compuestos como el ácido gálico y el resveratrol ayudan a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Sus flavonoides, por otro lado, ayudan a prevenir enfermedades degenerativas.
Gracias a su potente efecto antiinflamatorio, son especialmente beneficiosos en casos de enfermedades como la artritis o la fibromialgia.
Estos pequeños frutos también favorecen la salud cardiovascular al disminuir los niveles de colesterol en sangre, un beneficio atribuido a su alto contenido en potasio.
Además, los arándanos son conocidos por su capacidad de limitar infecciones bacterianas al dificultar el desarrollo de las bacterias. De hecho son especialmente efectivos en la prevención y tratamiento de infecciones urinarias, incluida la cistitis.
