Esta sal ecológica de grano grueso en comparación con la sal fina de mesa, se caracteriza por su pureza y su sabor natural, ya que no contiene aditivos ni conservantes.
Su textura, perceptible al tacto, la hace ideal si buscas una sensación más crujiente o una distribución más uniforme de la sal en los alimentos.
No domina los sabores de los alimentos, sino que los realza sutilmente.
La sal se obtiene de un manantial salino natural formado hace más de 220 millones de años. En el Triásico parte de la península estaba cubierta por el mar de Tethys, un mar que quedo fosilizado dejando en el subsuelo, a 3000 metros de profundidad, una gruesa capa de sedimentos salinos. Las fuerzas tectónicas que dieron lugar a la formación de los Pirineos, empujaron esta capa de sales hacia arriba y hoy aflora a la superficie en forma de manantiales salinos naturales, que se explotan desde época romana.
El agua salada de deposita en balsas y se evapora por acción del sol y el viento. La sal que se deposita en el fondo de las salinas durante el proceso de evaporación, se recolecta de forma artesanal. No se lava para que conserve su riqueza en oligoelementos y su brillo natural.
En resumen, esta sal ecológica de manantial ligeramente gruesa es un condimento versátil que puede agregar textura y sabor a una gran variedad de platos. Su tamaño de grano medio y su equilibrado sabor la hacen ideal para muchas aplicaciones culinarias, desde adobos hasta acabados de platos.
Experimenta con ella para descubrir nuevas formas de realzar tus creaciones.
Leer más
Es rica en minerales y oligoelementos, lo que le otorga un sabor único y beneficios nutricionales adicionales.
Leer más